AMOR.
Por ese amor que da todo por nosotros. Tengo muchas cosas que escribir y que expresar, siempre puede ser tarde, pero me he dado cuenta de que muchas cosas no entienden de tiempos, lo que importa es que se sea constante de ello. Escribo esto para todo ese amor que reluce más el oro, un amor especial. Muchos que ni si quiera saben valorarlo. Es bonito crecer teniendo un sueño por cumplir, y centrarse en él sin preocuparse de quien nos lo pueda estropear, o quitarnos las ganas de seguir intentándolo. De hoy en día, yo soy una persona con una enfermedad mental, pero no carezco de sueños. Tampoco de deseos. Y cada día de mi vida que me levanto, siempre tengo a una persona al lado, que si ve que yo recaigo por falta de ánimo, ella está siempre ahí, para ayudarme hasta en el silencio y en la mente. Nunca hacían falta palabras, pues ella es demasiado fuerte, y con sólo mirarla ya tomaba ejemplo. Parece que ella me dio los ojos apropósito para que yo pueda ver como afrontaba muchos de los problemas tan duros que pasamos. Hasta el día de hoy, siempre la he querido, es parte de mi vida, y no puedo imaginarme una vida sin ella. Sin su amor. El amor que me hace tener vida propia. Ese amor solo puede ser el de una madre. El de ella, mi madre. Jamás he querido a nadie como a ella, y agradezco que me haya dado vida. Con sus bellas manos maneja una hilera de finísimos hilos, los cuales van hacia mis articulaciones, mi vida. Se encargan siempre de guiarme por el camino más correcto. Y si algo me ofende o me molesta, inmediatamente me cubre con las manos. Ella misma me protege. Ella y su amor tan inmenso como el oscuro universo, son la razón de mi existir.
Siento haber sido tan niña a veces, siento haberte hecho daño en ocasiones que no te merecías. Y Siento muchísimo haberte hecho llorar con los jueguitos de mi propia adolescencia. Aún soy adolescente, pero sé valorarte. Te necesito a ti en este mundo tan cruel, ¿quien sino me va a ayudar a escoger las mejores decisiones para mí? Las marionetas no caminamos solas mamá. Soy un proyecto tuyo, no cortes esos hilos, y quédate para siempre conmigo por favor.
Cuando los tiempos son malos, me doy cuenta de que una madre es esencial en la vida. Es la maestra más sabia de la vida. El amor de una madre, es totalmente infinito, es un regalo que nos dan sin merecerlo, sin hacer acciones buenas. Sólo hay que aprender a valorarlo, y se vive más feliz.
Esto, es algo muy personal. Aquí lo dejo, ella me está ayudando constantemente en mis peores momentos, sin recibir nada a cambio. Me encantaría poder hacer algo para agradecerla todo, pero no hay precio para eso. Se merecería todo el universo entero, y yo si pudiera cogerlo y guardarlo en una pequeña cajita para dárselo, lo haría encantada.
Te quiero demasiado mamu.

Conmovedor relato, la madre lo es todo, ella es nuestra mejor, sino unica, Amiga.
ResponderEliminarUn abrazo.