Llevo metiendo desde hace años atrás deseos, promesas y sueños en un tarrito de miel vacío de cristal. Después de tanto tiempo, veo que los papeles que yo misma he ido escribiendo han ido disminuyendo. Todo lo que he podido soñar durante tanto tiempo ahora mismo lo estoy cumpliendo, y no hay nada mejor para mi, que recuperarme de esta dichosa enfermedad. Cuando eres pequeño siempre crees que los deseos son fáciles de cumplir. Pero prefiero el presente y no el pasado. Ahora los cumplo con mi propio sudor y esfuerzo, antes me los daban para hacerme feliz.
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