sábado, 29 de diciembre de 2012
Te odio.
He estado parada donde me dejaste,
rezando por que vengas y me recojas.
Pero ahora he encontrado mi segundo aire
ahora he encontrado mi segunda piel.
Bueno, sé lo que has estado pensando...
Pensaste que me verías desaparecer
cuando me rompiste en pedazos...
Pero le di a cada pieza un nombre.
Una de mi es más sabia...
Una de mi es más fuerte...
Una de mi es una luchadora,
y hay mil caras de mí.
Y vamos a levantarnos,
sí, vamos a levantarnos,
por cada vez que me hiciste trizas...
Bueno, vas a enfrentar un ejército de mí,
ejército de mí.
jueves, 20 de diciembre de 2012
Cientos de cosas más, y mi trabajo.
Quizás entendí que era hora de hacer borrón y cuenta nueva. Quizás he podido pensar en que ese fuera mi destino.
Mirar tan solo por unas vendas que tapaban mis ojos era difícil de decidir. Ni siquiera mirándome al espejo podía criticar mi estado de animo. Ni juzgarme por mi apariencia. Ese era mi castigo eterno que duraría toda una vida.
Trabajo continuamente sobre mí misma. Es irónico, ¿entendéis? Quiero decir... No trabajo para un grande empresario, ni para ayudar a los demás en la medicina, tampoco hago proyectos... Mi trabajo es yo misma. Me reparo siempre que puedo, me estropeo y me vuelvo a reparar, y así cientos de veces más. Trabajo para mi autoestima, sí. Definitivamente ella es mi jefa. Soy mi propio trabajo.
Pienso que aquellas personas que trabajan día y noche en sus luchas internas interpretando el papel de "guerreros", como yo lo llamo, deberíamos de merecer un diploma. Somos los que más aguantamos. Aguantamos los problemas de los demás, más los nuestros. Aguantamos las exigencias de los demás, más las nuestras. Aguantamos la presión de los demás, más las nuestras... Y así miles de cosas más.
Esta claro que esto no es una broma, pero muchas veces deseas que fuera así. Deseas que cuando pongas un pie en el suelo nada más levantarte, ese sea el derecho. Y que todo haya sido una terrible pesadilla en la cual te sentías preso de tus emociones y caías en las garras de una casa maligna que te tenía atrapado.. ¿cuántos? otros cientos de años más...
Hablaré sobre los ojos, si... porque considero que tengo cientos de ojos más. No dos, si no ¡¡¡CIENTOS!!! Veo el futuro de otra manera, no como he de verlo. Considero que lo que puede pasar, por poco que me guste, pasará. Veo a mis miedos alrededor de mí como si fueran personas transparentes y oscuras, que se divierten susurrándome al oído cosas que no me gustan, me repiten una y otra vez todas esas cosas a las que tanto miedo tengo. Y si tengo algo más de imaginación, sé que les escucharía reírse de mí, pero no me atrevo a prestarles atención. No importa lo que haga, siempre van conmigo. Cuando yo camino, ellos caminan. Cuando yo escucho música, ellos también lo hacen. Y cuando deseo con todas mis fuerzas interiores que algo me salga bien, ellos evitan que sea así. En fin, habrá que hacerse amigo de los enemigos, o eso dicen.
Mirar tan solo por unas vendas que tapaban mis ojos era difícil de decidir. Ni siquiera mirándome al espejo podía criticar mi estado de animo. Ni juzgarme por mi apariencia. Ese era mi castigo eterno que duraría toda una vida.
Trabajo continuamente sobre mí misma. Es irónico, ¿entendéis? Quiero decir... No trabajo para un grande empresario, ni para ayudar a los demás en la medicina, tampoco hago proyectos... Mi trabajo es yo misma. Me reparo siempre que puedo, me estropeo y me vuelvo a reparar, y así cientos de veces más. Trabajo para mi autoestima, sí. Definitivamente ella es mi jefa. Soy mi propio trabajo.
Pienso que aquellas personas que trabajan día y noche en sus luchas internas interpretando el papel de "guerreros", como yo lo llamo, deberíamos de merecer un diploma. Somos los que más aguantamos. Aguantamos los problemas de los demás, más los nuestros. Aguantamos las exigencias de los demás, más las nuestras. Aguantamos la presión de los demás, más las nuestras... Y así miles de cosas más.
Esta claro que esto no es una broma, pero muchas veces deseas que fuera así. Deseas que cuando pongas un pie en el suelo nada más levantarte, ese sea el derecho. Y que todo haya sido una terrible pesadilla en la cual te sentías preso de tus emociones y caías en las garras de una casa maligna que te tenía atrapado.. ¿cuántos? otros cientos de años más...
Hablaré sobre los ojos, si... porque considero que tengo cientos de ojos más. No dos, si no ¡¡¡CIENTOS!!! Veo el futuro de otra manera, no como he de verlo. Considero que lo que puede pasar, por poco que me guste, pasará. Veo a mis miedos alrededor de mí como si fueran personas transparentes y oscuras, que se divierten susurrándome al oído cosas que no me gustan, me repiten una y otra vez todas esas cosas a las que tanto miedo tengo. Y si tengo algo más de imaginación, sé que les escucharía reírse de mí, pero no me atrevo a prestarles atención. No importa lo que haga, siempre van conmigo. Cuando yo camino, ellos caminan. Cuando yo escucho música, ellos también lo hacen. Y cuando deseo con todas mis fuerzas interiores que algo me salga bien, ellos evitan que sea así. En fin, habrá que hacerse amigo de los enemigos, o eso dicen.
martes, 18 de diciembre de 2012
Escarmiento.
En navidad miro a mi alrededor, miro a la gente que está sola y desamparada cenando el día de noche buena viendo el peor programa de televisión, sin nadie al lado con quién comentarlo. Pienso en una persona, y realmente me doy cuenta, de que él también está pasando las navidades así. Unos por no merecérselo, y otros simplemente porque no tienen familia. Él es de esas ambas razones. No deseo el mal a nadie, pues espero que le sean divertidas estas navidades, y que lo pase lo mejor posible, ya que todo acabó para él. Me siento bendecida por tener la familia que tengo, y sobretodo, de no cenar sola en estas fechas tan señaladas.
Porque creo que las cosas se labran solas en la vida dependiendo de como seas. Yo, me he labrado el estar con la familia que más amo, y el estar orgullosa de que ya no pertenezcas a ella. <3 Que te sirva de escarmiento.
lunes, 10 de diciembre de 2012
Recuperación.
No echo nada de menos de mi vida, quizá lo tiré todo por la borda tratando de recuperar quien soy.
Cuando eres agorafóbico, empiezas a perder poco a poco la personalidad, eres como un cuerpo funcionando por pilas, como un libro que tiene el final trágico o una hoja en blanco que nunca ha sido manchada por tinta. Cuando me cansé de esperar aquello llamado "recuperación", es cuando te das cuenta de que vives en una mentira. Que la recuperación no viene sola y que estas haciendo el inútil con la mirada perdida sentado en un sofá cada día, en el cual tal vez lloras como mínimo cada tres noches por sentirte encarcelado.
Pues cuando yo me di cuenta de cuantas cosas estaba desperdiciando en la vida, fue cuando pensé en invitar yo misma a la llamada recuperación para que me ayudara. Y también pensé en cuantas cosas malas y algunas pocas buenas podía perder con el cambio de vida.
Cuando eres agorafóbico, empiezas a perder poco a poco la personalidad, eres como un cuerpo funcionando por pilas, como un libro que tiene el final trágico o una hoja en blanco que nunca ha sido manchada por tinta. Cuando me cansé de esperar aquello llamado "recuperación", es cuando te das cuenta de que vives en una mentira. Que la recuperación no viene sola y que estas haciendo el inútil con la mirada perdida sentado en un sofá cada día, en el cual tal vez lloras como mínimo cada tres noches por sentirte encarcelado.
Pues cuando yo me di cuenta de cuantas cosas estaba desperdiciando en la vida, fue cuando pensé en invitar yo misma a la llamada recuperación para que me ayudara. Y también pensé en cuantas cosas malas y algunas pocas buenas podía perder con el cambio de vida.
lunes, 3 de diciembre de 2012
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