jueves, 11 de agosto de 2011
Inspiración
Siento la inspiración y la necesidad de escribir algo hoy, pero no tengo exactamente en qué adentrarme. Diciendo que en esta vida uno no se puede esperar nada, ni para bien ni para mal, y que es una caja completamente llena de sorpresas quizás es un buen comienzo. Bien, lo haré sobre la marcha. Muchas veces creemos que las cosas siempre pasan por alguna razón, y si, es verdad. Personalmente, yo por la única razón por la que creo que pasan es para hacernos aprender de este mecanismo tan complicado que tiene la vida. Ni el más viejo ya es sabio, en mi opinión todavía hay que vivir unos cuantos años más de los que podemos vivir para saber con exactitud que depara la vida. Y es que no es que tengamos solo un pie derecho y otro izquierdo, con el que nos levantamos de mal o buen humor... es que a veces parecemos un cienpiés. Tenemos un pie dependiendo de cada situación y día, y nunca estamos satisfechos con todos esos pies. Cuando una mañana te levantas y todo te sale distinto a los demás días, es cuando empiezas a ver que todo está dando un giro de 360º. Con esto no quiero expresar nada en especial, pero si solo pensar. Pensar en alto, o más bien en escrito. Pensar solo para recordar, no situaciones, pero si experiencias y maneras de opinar. Empiezo a ver con claridad de lo que hablo, solo es cuestión de sacar palabras del corazón y deducir que es exactamente lo que busco para expresarme. Siempre pienso lo mismo, no necesito que nadie lea mis palabras, escribo para entenderme a mi misma. Como iba diciendo... o más bien como quería decir, mi texto de hoy está tratando de la vida. Del destino con sus fases. Las fases que nos hace pasar sin compasión que nunca podemos olvidar, ni las buenas porque son demasiado buenas, ni las malas porque son demasiado malas. Y me quejo yo a disgusto cuando dicen que el humano es la maquina perfecta del mundo. Así pues, ¿por qué no nos han creado un botón detrás de una oreja, el cual sea para resetear? Estoy de acuerdo con que si fuera así, la vida no tendría ya demasiado sentido. Vivimos para disfrutar, y si no recordamos, no disfrutamos. Pero no todo el mundo puede disfrutar, también hay personas que pasan hambre en el tercer mundo, por ejemplo. Quizás no sé exactamente el significado de la vida, ni mucho menos de lo que ya estoy escribiendo, pero lo que tengo claro, es que nunca he sabido lo que es ser fuerte, hasta que ser fuerte fue mi única opción. Y que por hoy, ya me he desahogado solo un poquito.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario